sábado, 21 de mayo de 2011

Alegrías

Albricias, festejos, jolgorio, parranda... Y para cada una de estas palabras cada quien tiene una imagen asociada. Causa sonrisa,  nostalgia, sensación de búsqueda del paraíso...
Todo un ejercicio...Se representan ante los ojos de mi memoria dos niños que conozco tan bien que ni ellos imaginan...
Veo el sendero de lo que anduvieron hasta llegar adonde están. En este tiempo cada uno está con un grupo de personas afines a ellos y muy distintos entre sí. Hoy veo sus senderos como huellitas de luz, sobresaliendo entre tantas huellas de quienes anduvieron acercandose y alejandose de ellos como olas y, como ellas, trayendo y llevandose melodías, modelos musicales, tonadas, poesía. Surge la mirada retrospectiva, agradecida a las olas, mareas, salpicaduras que hicieran que en este tiempo confluyeran a sumar su expresión mas hermosa: hacer música.
Tíos, ancestros de una y otra margen del mar grabaron en su memoria genética las notas que ambos fueron plasmando.
Pueden ellos y ninguno mas de nosotros hacerlo y eso es una fiesta.
En el origen de la humanidad alrededor de un fuego los primeros humanos usaban su único instrumento musical: la voz..
Atrapo esa imagen, despojada, antigua y compleja como el hombre mismo... Ese es el cuadro, la escena, el momento del tiempo desde donde algunos buscamos la canción como expresión .
Es desde mas cerca que comprendemos el valor de la palabra acompañada de la música, en una composición de todos lados poética.
Desde este ahora, sentada, pensando, volando, meciéndome en un mar de notas musicales y palabras que buscan rima o música: estoy de fiesta.